viernes, 29 de febrero de 2008

El tiempo propicio.

Cuando es el buen momento, de tomar las cosas con las manos, ya no solo con la idea de hacer algo, por que quizás ya no resulta, o como sé esta dando ya no te gusta, vamos dime tu que momento es el definitivo para decir: Ya no mas, me canse, esto no es para mí, esto es una locura, que después de todo será mejor aún, basta aquí queda todo.

Son cuantas frases mas q eso, decisiones q muchas veces salieron de nosotros o quizás de otros, para poner aquella muralla como salvación ante algo. Pero definir cuando es el momento o mejor aún después de cuanto es lo propicio para retomar el contacto con lo que se acabo, o que quizás ni acabo solo se esfumo, se alejo.....Yo decidí hoy, escribir y retomar lo que se dejo inconcluso, quizás algunos les paso lo mismo, se quedaron en el aire buscando el porque?, aquel que te pueda convencer y responder a tus intrigas pero, pero la tendencia hoy es diferente. Buscar ese tiempo propicio para retomar la carrera de la cual perdiste el rumbo, no es tarde. Quizás no entiendan lo que busco, pero se que lo encontraré en algún momento.

martes, 19 de febrero de 2008

"Memoria del 2007"

Me hiciste buscarme y encontrarme en enero.
Me hiciste pasar un caluroso verano y me hiciste acampar al pie del río.
Me hiciste despertar de un sueño, camino a casa, cuando pensé que habia llegado mi final en aquel carro blanco, sentí el miedo.Me hiciste conocer el grado de solidaridad que puede existir, ante las circunstancias del día.Me hiciste escuchar y gozar con Alejandro Sáenz, Rafhael, Juan Luis Guerra, El Tri, Sabina, Soda Stereo. Entre muchos más con quienes disfrute.Me hiciste reencontrar a mis amigos, conocer a unos muy buenos y despedirme de otros.Me hiciste aprender de mí misma, de mis subidas y resbaladas que me di este tiempo.Me hiciste sentir lo que significan las despedidas, por viaje y otros que pasaron a un nuevo mundo.Me has hecho reír, bailar, gritar, llorar y hablar hasta agotar la voz, quedándome rendida pero regresando con fuerza al día siguiente para empezar de nuevo.
Me has hecho darme cuenta que el tiempo pasa rápidamente, pero lo bueno está en no desesperarse.
Dos mil ocho: te espero con la misma intensidad, te abrazaré y me aprovecharé de tí con todas las fuerzas que tengo.
No te soltaré por 365 días
...a tampoco, te lo prometo.